Descubrir el Eneagrama nos proporciona una nueva visión del comportamiento humano mediante la que podemos mejorar sustancialmente cualquier aspecto de nuestra vida, y a su vez nos permite emprender un camino de crecimiento personal y conseguir una auténtica transformación.

-Qué es el Eneagrama?

El Eneagrama consiste en un símbolo de nueve puntas cuyo origen se remonta al menos a dos mil años. Este símbolo representa un mapa objetivo de la realidad que puede explicar cualquier dimensión de la experiencia de forma detallada y secuencial.

El símbolo del Eneagrama se ha hecho popular en estos últimos años, debido especialmente a Oscar Ichazo y Claudio Naranjo que lo presentan como un método de auto-observación y estudio de la personalidad.

-Para qué sirve el Eneagrama de la personalidad?

Cuando hablamos de personalidad nos estamos refiriendo a un conjunto de estrategias que hemos ido adquiriendo a lo largo de la vida, especialmente en la primera infancia, y que han dado forma a una manera concreta y característica de comportarnos. Esta forma personal de conducta es a la vez una forma de entender el mundo y de posicionarnos ante él, hasta el punto en qué nos llegamos a identificar con ella y a la vez nos identifican los demás.

El Eneagrama nos proporciona la posibilidad de un auto-conocimiento profundo, de descubrir nuestras motivaciones y ansiedades, de ser conscientes de nuestra realidad permitiendo que ésta sea fruto de nuestra voluntad y no de procesos automáticos que nos condenan al sufrimiento sin saber qué hacer para repetir tantos impulsos reactivos que nos autodestruyen, y sobre todo que no nos permiten convertirnos en esa persona que queremos ser.

-Por qué es importante el auto-conocimiento?

Conocer y entender nuestros patrones de personalidad y las motivaciones que nos empujan a ser como somos es una vía de auto-conocimiento y plenitud.

El concepto de personalidad no tendría sentido sin la existencia del “otro”. Nuestra personalidad es una máscara que hemos desarrollado para relacionarnos con el resto de personas que nos rodean, así que somos personas porque nos relacionamos, y la gestión óptima de estas relaciones es el reflejo de nuestra posición en el mundo y en la vida. Además estas relaciones incluyen la relación con uno mismo, la más importante de todas puesto que va a reflejar nuestra actitud ante la vida.

El auto-conocimiento es importante de manera semejante a que es importante que sepas conducir tu coche, si quieres tener un buen viaje te ayudará mucho conocer todos los elementos, tanto del vehículo como de los lugares por los que vas a transitar.

-Cómo trabajar con el Eneagrama para nuestra transformación?

La primera vía de trabajo y la más fundamental es la auto-conciencia. El reconocimiento de nuestros patrones principales, lo que sería el eneatipo propio, y el darse cuenta, identificar estos patrones en los momentos que se manifiestan y no somos conscientes.

Descubrir los mecanismos automáticos que responden al reflejo de creencias y motivaciones inconscientes  y profundizar en ellos observando cualquier cosa que pueda surgir es el primer paso, el objetivo principal es conseguir la libertad suficiente para tomar nuestras decisiones de forma consciente y que estas decisiones nazcan de nuestro verdadero yo, de nuestra esencia, lo cual nos permite la expresión auténtica de nuestra alma, en el camino a alcanzar la paz, el amor y la plenitud.

Rasgos principales de los diferentes eneatipos:

Eneatipo Uno – “El Perfeccionista”:

Comportamiento correcto, recto y honesto.

Actitud condenatoria y castigadora.

Pensamiento dicotómico.

Busca la justicia y la equidad.

Disciplina, contiene las emociones.

Sacrificio, perseverancia.

Represión, falta de espontaneidad.

Empeño en tener razón.

Ética y moral, cumple siempre su palabra.

Clásico y conservador.

Postura erguida, tensa.

Frunce los labios y mira fijamente.

Vestimenta correcta, práctica y funcional.

Eneatipo Dos – “El Ayudador”:

Actitud de servicio.

Desea agradar, complacer.

Le gusta participar en la vida de los demás.

Simpático, encantador.

Trato amable, cercano.

Invasivo a veces, por tu interés…

Se ofende rápidamente, orgulloso.

Busca contacto físico.

No expresa sus necesidades.

Cariñoso, afectuoso.

Sonriente, mirada tierna.

Expresión relajada.

Emocionalidad cambiante.

Conecta fácilmente con el otro.

Eneatipo Tres – “El Ganador”:

Orientado al éxito.

Ambicioso, siempre tiene un proyecto en mente.

Asertivo, muy hábil en las relaciones.

Atractivo, cuida mucho su imagen.

Necesita ser admirado.

Teme profundamente el fracaso.

Camaleónico, sabe interpretar el papel adecuado.

Competitivo, necesita estar en el podio.

Controla eficazmente sus emociones.

Apariencia, imagen de triunfador.

Conducta tipo “A”.

Evita hablar de sus errores.

Aparenta confianza, firmeza, control.

Muy pendiente de la reacción del otro.

Eneatipo Cuatro – “El Sensitivo”:

Personalidad sensible, emocional.

Dramático, sentido trágico de la vida.

Intenso, introvertido e individualista.

Melancolía, tristeza por lo perdido.

Se siente especial, diferente a todos.

Piensa que no ha tenido suerte en la vida-

Imaginativo, soñador, creativo.

No soporta lo vulgar ni ser visto así.

Valora mucho lo estético, artista.

Muy empático, sabe entender a los demás.

Habla mucho en primera persona.

Le gusta contar su historia y sus tragedias.

Abunda la queja y el reproche.

Eneatipo Cinco – “El Pensador”:

El Observador. Vive en el mundo de las ideas.

Cerebral, racional y analítico.

Confunde la realidad con sus productos mentales.

Habilidad para entender las partes del todo.

Soberbia intelectual.

Necesita entender y saber antes de actuar.

Ingenioso, muy hábil con la lógica.

Austero, puede pasar con muy poco.

No sabe manejar las emociones.

Muy torpe en las relaciones.

Necesidad de aislarse.

Teme la invasión emocional.

Enigmático, nunca se deja ver por completo.

A veces excéntrico.

Se comunica con ideas, no con sentimientos.

Lenguaje correcto y racional.

Torpe en la imagen.

Eneatipo Seis – “El Cooperativista”:

El Leal, se enfoca en la confianza.

Necesita pertenecer a algo mayor.

Gregario, se siente más seguro en grupo.

Ansiedad, suele estar siempre preocupado.

Indeciso, tener que decidir lo bloquea.

Prefiere que otros decidan por él.

Pesimista, siempre piensa que puede salir mal.

Le gustan las normas, proporcionan seguridad.

Muy pendiente de la autoridad.

Escéptico, prefiere no creer del todo.

Mirada inquieta, vigilante.

Servicial, atento y amable.

Eneatipo Siete – “El Entusiasta”:

Alegre, suele estar de buen humor.

Capacidad para disfrutar de la vida

Optimista, impaciente e impulsivo.

Talento para todo lo que le gusta.

Encantador, embaucador, le gusta animar a los demás.

Hedonista, enfocado en su propia satisfacción.

Planificador, siempre tiene un plan “B”.

Aventurero, le encanta viajar.

Poca constancia, le cuesta acabar lo que empieza.

Procura evitar el lado negativo de las cosas.

No soporta el aburrimiento y la rutina.

Elude establecer compromisos.

Mentalmente rápido, se refleja en su conversación.

Sibarita, intenta no perderse nada bueno.

Narcisista, se gusta, y se nota.

Sonriente, muy expresivo cuando habla.

Eneatipo Ocho – “El líder”:

Poderoso, procura ser el que manda.

Muy seguro de sí mismo.

Necesidad de controlar el contexto.

Justiciero, aplica su propia justicia.

Desafiante, trata de dejar claro quién manda.

No soporta ser sometido.

Posesivo. Dominante en las relaciones.

Intimida y agrede si es necesario.

Le gusta el exceso, búsqueda de intensidad.

Rebelde y carismático.

Protector de sus seres queridos y de los desvalidos.

Oculta sus debilidades y no soporta las de los demás.

Enérgico y contundente.

Insensible, hiriente. Y no tolera la queja.

Directo, demuestra el enfado directamente.

Presencia imponente, dura.

Voz grave y mirada fija.

Eneatipo Nueve – “El Pacificador”:

Necesidad de estar tranquilo.

Pacificador. Hábil para resolver conflictos.

Paciente, dócil y simpático.

Amable y respetuoso. Trata de no ofender.

Adaptable, prefiere no llevar la contraria.

No presenta iniciativas, espera que lo haga otro.

Indolente, soporta lo que pueda por no quejarse.

Le cuesta mucho decir “no”.

Renuncia a menudo a lo suyo para no crear conflicto.

Poca ambición, prefiere la tranquilidad.

Pereza, se está más tranquilo en el sofá.

Apariencia lenta, parsimoniosa.

Agresividad pasiva, altera al otro sin ponerse nervioso.

Comprensivo, sabe tener en cuenta todas las opiniones.

A veces se mantiene callado para evitar expresarse.

Le cuesta mucho expresar su opinión o sus preferencias.

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